Interior de una cabaña tradicional pasiega

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Se trata de la casa principal de la familia, en la que pasan los meses de invierno. Es de dos plantas con tejado a dos aguas de losas de piedra. La parte inferior se dedica exclusivamente a guardar el ganado estabulado. Justo encima está el payo o pajar, que ocupa la mayor parte del primer piso. En el suelo del payu existe una trampilla para poder pasar al piso de abajo desde dentro en caso de que la cantidad de nieve impida salir fuera.

Separado del payu por una pared de tablas está el minúsculo espacio que el pasiego dedica a su propio hábitat, compuesto por una cocina que hace las veces de comedor y dormitorio, y otra habitación anexa al lado. El llar está sobre unas losas de piedra para proteger las tablas de madera del suelo del fuego. De la pared cuelga el llareru o pieza de madera con muescas para poder subir o bajar el cayizu con la comida en función de la intensidad del fuego. El mobiliario, muy sencillo, se compone de un vasiru para la loza, un taju para sentarse, un par de yacijas o camastrones de madera, unos arcones para guardar la ropa de fiesta y poco más.

A este piso superior se accede por la parte exterior mediante unas escaleras de piedra que llevan primero a una solana o solerón. Es frecuente que debajo del solerón exista una estancia pequeña, el borcil, destinado al engorde de uno o más chones.

Maqueta del Museo Fluviarum. Fundación Naturaleza y Hombre. Liérganes, Trasmiera.