El calzado de goma era ya conocido desde 1860 y en España se comenzó a generalizar después de la primera guerra mundial. En la Guerra Civil estuvieron a punto de desaparecer pero nuestra postguerra coincidió con la Segunda Guerra Mundial y a los fabricantes tradicionales se les unieron las fábricas de neumáticos españolas, que desviaron parte de sus excedentes hacia la producción de albarcas de neumático, motivo por el que se hicieron muy comunes.
Con las respuestas e información facilitadas por todos vosotros a través de nuestra página de Facebook hemos confeccionado esta especie de cuadro resumen visual de las distintas modalidades de calzado hecho de goma que se ha utilizado durante el pasado siglo XX en el ámbito cántabro.
Nº1: CORIZAS O CEPELINES. Utilizados con escarpines de fieltro o la típica zapatilla de fieltro a cuadros. Para sujetar el conjunto, algunas veces, se utilizaban unos cordones llamados estordigas. Propios de la zona de Picos de Europa, extendiéndose por el este hasta no sabemos dónde, ¿tal vez hasta el Besaya? Llamados también ZARAGUTOS.
Nº2: CHANCLOS, ¿CHOCLOS, CHUECLOS? Sin duda, el calzado de goma más extendido por toda la vertiente norte, llegando hasta las Encartaciones. Se usan con zapatillas, escarpines o con calcetines de lana. El modelo clásico es el de la parte superior de la imagen, con lengüeta, aunque hoy día también se fabrican chanclos sin ella. En algunas partes de la Montaña llamaron chanclos también a las hechas de neumático viejo (parte inferior del número 3), pero no eran comunes y hay muchos pueblos donde no las conocen.
Nº3: ALBARCAS O ABARCAS. En Merindades, Trasmiera, Castro Urdiales, Soba… denominan almadreña al zueco de madera que en el resto de Cantabria llaman albarca. Y en estas comarcas mencionadas llama(ba)n albarca a este calzado, antes de cuero, ahora ya solo de goma. Se utilizan con calcetines (no con zapatillas de casa). Las abarcas o ZATAS de la parte superior son típicas vascas, con cordones hasta la pantorrilla. Se usaron también por la pasiguería, llamadas allí ZARAGUTOS. Las dos inferiores son las típicas de Merindades (Orbaneja del Castillo y Castresana de Losa), hechas con goma y suela de neumático usado. Son muy similares a las de La Rioja y resto del Valle del Ebro. La foto más pequeña muestra una albarca de Teruel con el mismo sistema de atado al pie que llevaban las nuestras. En el Valle de Manzanedo las llaman CHATARILLOS, una conexión lingüística más de este valle con la forma pasiega CHÁTARA (véase el atlas lingüístico de la fresa silvestre publicado en este blog).
Por otros sitios del resto de la España mediterránea fueron también muy comunes otros modelos de albarcas de goma con suela de neumático, aunque en general pareciéndose ya más a sandalias, más abiertas.
Nº4: ALMADREÑAS DE GOMA. Además de estos tres tipos de calzado de goma, en todo el Norte Cantábrico existió un cuarto tipo, similar a las almadreñas de madera pero fabricadas enteramente de caucho. Las dos marcas pioneras en este tipo de calzado fueron Lampreabe, de Pamplona, y Garay, de Baracaldo. Hacia los años 20 empezaron a tejer una tupida red de viajantes que se encargaban de distribuir sus productos por todo el norte cantábrico: chirucas, corizas, chanclos y hasta almadreñas de goma, que eran utilizadas sobre todo por los mineros asturianos y leoneses.
Almadreñas Lampreabe. Foto de Carlos Farnández.