Un Consejo Comarcal para las Merindades

Si existe una comarca en Castilla y León candidata a ser la segunda en tener un reconocimiento jurídico propio esa es, sin duda, LAS MERINDADES. Ahora que se está relanzando la vieja idea de dotarla de administración propia, no está de más conocer mejor las principales características de la, hasta el momento, única comarca reconocida jurídicamente dentro de nuestra Comunidad Autónoma: La Comarca del Bierzo.

La Junta de Castilla y León tiene establecidos dos requisitos para que se puedan reconocer comarcas en su territorio de manera legal y dotarlas de competencias. El primero de ellos es que ninguno de sus municipios integrantes se oponga a la comarcalización. El segundo aparece precisado en la necesidad de atender a las características geográficas, económicas, sociales e históricas.

Ambas exigencias se cumplieron en su momento en el Bierzo. Este hecho permitió la creación del Consejo Comarcal hace 25 años, una institución única en Castilla y León pero no en España. En Cataluña y Aragón este sistema territorial está plenamente instaurado y ha permitido la descentralización y, con ello, una mejor atención a la ciudadanía, especialmente en las zonas rurales. Estos organismos ofrecen servicios compartidos a los pequeños municipios que, de otra manera, no podrían disfrutar de ellos.

La Comarca de El Bierzo se crea y regula en la Ley 1/1991 de 14 de marzo de 1991. Es la única Comarca reconocida como tal después de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León en 1983 y, desde entonces, el Consejo Comarcal ha sido la institución que representa la identidad berciana. La Comarca atesora historia, tradiciones y características geográficas, económicas y sociales que la hacen singular y que le han hecho ser valedora de poseer personalidad administrativa propia.

El CONSEJO COMARCAL DE EL BIERZO está formado por 38 ayuntamientos y tiene asumidas competencias principalmente en el ámbito social, turístico y medioambiental. Gestiona una docena de servicios entre los que destacan la asistencia a municipios y juntas vecinales, la protección del medio ambiente, el empleo y la ayuda a las personas en riesgo de exclusión social. Otra actividad destacada es la promoción turística de la que se encarga el Patronato, un organismo dependiente de la entidad y el único con carácter comarcal de Castilla y León, ya que el resto son provinciales. El Consejo se ha convertido además en un referente en la ayuda para la búsqueda de empleo y para la creación de empresas.

Todas estas atribuciones eran realizadas anteriormente por la Junta o la Diputación de León. En la actualidad se está trabajando para que sean los ayuntamientos los que cedan parte de sus competencias al Consejo bajo una fórmula similar a la de una gran mancomunidad comarcal, de forma que este órgano disponga de capacidad recaudatoria y, con ella, más autonomía para elaborar sus cuentas anuales. Hay municipios más proclives a esa cesión, especialmente aquellos cuyos servicios son deficitarios, mientras que otros son más reacios y quieren seguir manteniéndolos porque les suponen una fuente de ingresos.

Sus presupuestos para este año ascienden a 4,2 millones de euros, aportados en un 97% por la Junta y la Diputación de León. Dedican a inversión directa el 35% del total, siendo la Administración pública que dedica un mayor porcentaje a esta partida.

Pero sobre todo, y más allá de sus competencias reales, el Consejo Comarcal del Bierzo constituye un icono del sentimiento territorial distintivo de sus habitantes. Supone un motivo de orgullo para todos los bercianos, que sienten así que su comarca cuenta con un órgano administrativo propio. No es casual que una de las primeras medidas del Consejo fuese precisamente la aprobación de la bandera y el escudo de la comarca, previa consulta a la ciudadanía.

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Bardulia según Enrique Flórez, 1771

España Sagrada, Tomo 26, pág. 41-45.

Sorprende la vigencia que siguen teniendo muchas de las ideas que tenía este gran erudito del siglo XVIII sobre el nombre de Bardulia, plasmadas en un capítulo de uno de los 51 tomos que componen su magna obra España Sagrada y que reproducimos íntegramente a continuación.

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Poner el ramo por San Juan o cómo se ligaba antiguamente

Hay sitios donde en estas fechas engalanan fuentes (muchas localidades de Asturias), cruces (Frías), atrios de iglesias, otros lugares de culto, etc.

Una tradición muy curiosa que existió por varios pueblos de nuestra zona fue la de colocar una rama de un árbol en la ventana de la moza amada o que se quería cortejar, costumbre llamada el ENRAMADO o la ENRAMÁ.

Los rituales desarrollados coincidiendo con el equinoccio de primavera, cuando el ciclo anual llega a su punto más importante, utilizan objetos de madera ya que en sí misma es una materia orgánica. Su especial forma de evolucionar y crecer la hacen muy apropiada para los acontecimientos ligados al ciclo natural de las estaciones. El árbol de mayo y sus celebraciones proviene de los antiguos ritos primaverales de la fertilidad en la Europa precristiana. En la Antigua Roma, durante la primavera, un pino que simbolizaba a Attis, la diosa Cibeles, del amor y de la fertilidad (nacida de un almendro) era llevado a su templo, en el monte Palatino. De igual modo, en toda la Europa septentrional, los jóvenes iban a los bosques y traían a casa ramas adornadas, símbolos fálicos de numerosos ritos de fertilidad, alrededor de los que bailaban.

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El día de San Juan ha sido punto de confluencia de numerosas actividades amorosas entre mozos y mozas, unido en este caso a las hogueras y cerrando así un ciclo de culto al agua, la vegetación, el sol y el fuego.

«Ya colocamos el ramo
a la moza de mis sueños,
mañana, cuando despierte,
se acordará de su dueño».

En TABLADA DEL RUDRÓN (Las Loras), mientras las mujeres se afanan en recoger flores, limpiar la iglesia, adornar la misma y acicalar al patrón San Juan Bautista, los hombres seleccionan los arboles donde cortarán los ramos, para una vez cortados proceder a enramar todas las casas del pueblo, seguidamente los más entusiastas voltean las campanas de la iglesia en señal de jubilo y fiesta, continuando así la tradición. Por la noche al filo de las 24 h. se procede al encendido de la tradicional hoguera de la noche de San Juan, en la que con los enseres viejos, hierba cortada en los días anteriores y palos, a los que cada uno de nosotros unimos nuestros peores recuerdos y deseos del pasado, para regenerar o al menos procurar los comportamientos individuales y colectivos a la luz del nuevo día y equinoccio que comienza.

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En FUENTE ÚRBEL (Las Loras), los mozos del pueblo encendían una hoguera en la placilla con todo lo viejo. Después de saltar la hoguera, beber, cantar y bailar, de madrugada se dirigían a enramar a las mozas casaderas colocando una rama de chopo en su ventana.

En SEDANO, las vísperas de los días festivos, eran frecuentes las rondas de los mozos y había la costumbre llamada de enramar a las mozas, la noche de San Juan, operación que consistía en depositar entre cánticos y bromas una rama de chopo en el balcón o reja de las jóvenes obsequiadas.

En EL ALMIÑÉ (Valle de Valdivielso) también recuerdan las celebraciones del día de San Juan. Era costumbre la noche de ese día poner en los tejados de las mozas ramas de cerezo o de acacia. Cuando éstas se levantaban, si no estaban puestos, se solían enfadar. Si alguna les caía mal la colocaban un «churro», arbusto muy extendido en los montes de Valdivielso. La iglesia era adornada con tres ramos. Por la noche, los chicos hacían una hoguera y en un árbol preparaban un monigote llamado «jeroyo».

«San Juan Bautista,
sol de los soles,
déjame ver
al hombre de mis amores».

Hay pueblos donde la enramá se realizaba en San Pedro (29 de junio). Por ejemplo, en ARIJA, la tradición de «poner el ramo» o enramar la puerta o la ventana del balcón de una moza se hacía la víspera de San Pedro.

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Enramada en Cilleruelo de Bezana. Años 50 del s.XX. Foto a través de Mercedes Ruiz.

La tradición de la enramada estuvo muy extendida en otras zonas como Valderredible, Campoo o la Montaña Palentina. Hoy día, al perder su funcionalidad, prácticamente ha desaparecido por completo.

Nuestras palabras: Teble

Significado: Trébol.
Lugar: Las Loras.
Fuente: Fernández Manjón (2014). Las palabras y el contexto. El habla de las loras de Burgos y su entorno.

Teble también es (o fue) palabra común en Campoo.

En el ámbito cántabro existe, como en todo el Noroeste Ibérico, toda una serie de ritos relacionados con la recogida de determinadas plantas protectoras o benefactoras en la noche mágica de San Juan. Las principales plantas en nuestro ámbito parecen ser la verbena y el trébol o TEBLE. De ahí viene la popular canción, al parecer de origen asturiano:

Al pasar el trébole, el trébole, el trébole,
al pasar el trébole la noche de San Juan.

Era tradición en la mañana de San Juan, echarse al monte a buscar los tebles de cuatro hojas brotados esa misma noche. Pero resulta muy difícil, ya que durante la noche los caballucos del diablo (libélulas) se han dedicado a destruir los que han encontrado para evitar que los mozos y las mozas los encuentren. Si aún con todo algún afortunado encuentra uno de estos raros tebles, será afortunado con las cuatro gracias de la vida, una por cada hoja:
* Vivir cien años.
* No sufrir dolores en el resto de la vida.
* No pasar hambre.
* Aguantar con ánimo sereno toda contrariedad.

Texto de Alba María y Eva Sinmás.

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Valdivielso en Cantabria, 1580

Juan Fragoso (Toledo 1530, Madrid 1597) fue el principal médico y cirujano personal de Felipe II y su familia. Destacó por su vasta cultura y su conocimiento de la obra de Paracelso y de la medicina europea contemporánea. Fue además un destacado botánico con varios estudios sobre la flora peninsular.

El siguiente poema se atribuye a este doctor. Aparece en la obra de Luciano Huidobro Serna y Julián García Sáinz de Baranda «Apuntes Descriptivos Históricos y Arqueológicos de la Merindad de Valdivielso», publicada en 1930.

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Atlas lingüístico de Lución (Anguis fragilis)

Con todas las contribuciones que amablemente nos habéis facilitado a través de Facebook hemos confeccionado este mapa lingüístico de cómo se llama al Lución (Anguis fragilis) en cada sitio. Esperamos que sea de vuestro agrado e interés.

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De la zona de Losa no disponemos de ningún dato aún.

Si detectáis algún error, hacérnoslo saber por favor. Muchas gracias por vuestras contribuciones y comentarios.

Por último, os dejamos dos refranes al respecto, que nos habéis facilitado algunos de vosotros. El más común y extendido de: «Si te pica un cedajón (eslabón/alamón/gamón..) coge pala y azadón». Y otro más completo, procedente de la zona de Riaño (León): «Mordedura de lagarto, las campanas por lo alto; mordedura de labión, la pala y el azadón; mordedura de lagartesa, las obladas en la mesa»

 

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Enánago en Sotoscueva. Foto de Cristina Negueruela.

 

 

 

Sopas de ajo

45 de mayo y seguimos llevando el sayo. Así que nada mejor que unas sopucas de ajo para cenar.

Ingredientes para 4 personas

6 rebanadas de pan
4 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva
4 huevos
1 cucharadita de pimentón
unos tacos de jamón (opcional)
agua y sal

Preparación. Tiempo de realización 10 minutos

1. Se pone una cazuela, preferiblemente de barro, al fuego con aceite de oliva.
2. Se añaden los ajos partidos, antes de que el aceite esté muy caliente, con objeto de que se doren y no se quemen.
3. Se añade el pan cortado en rodajas finas, mezclándolo con los ajos y el aceite. Una vez dorado el pan añade una cucharadita de pimentón (dulce o mezcla de dulce y picante) y aparta del fuego la sartén.
4. Se echa el agua caliente y se deja hervir unos minutos (entre cuatro y seis minutos), añadiendo los huevos rotos hasta que estén cuajados. Se sirve muy caliente.

También se puede sustituir el agua por caldo de ave o añadir un poco de caldo de ave al agua. Los ajos no deben dorarse demasiado porque pueden alterar el sabor del resto de los ingredientes.

Buen provecho.

 

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El culto ancestral a Ojo Guareña: Leyendas de druidas, diablos y brujas

Ojo Guareña atesora una enorme carga simbólica en la comarca de Las Merindades. No sólo es la cueva que da nombre a todo un ayuntamiento y merindad (Merindad de Sotoscueva), o el lugar de peregrinación y devoción para las gentes del contorno, sino que aglutina además todo un conjunto de elementos simbólicos de tipo mitológico precristiano, tales como encinas sagradas como lugares de reunión, fuentes milagrosas, druidas, moros, moras, brujas, témporas, tesoros escondidos… que nos hablan de que este enclave ha sido epicentro religioso desde tiempos ancestrales.

He aquí dos leyendas relacionadas con cultos paganos que nos han llegado hasta nuestros días.

 

LEYENDA Nº1

«En tiempos antiquísimos fue lóbrega y sombría morada del hombre de larga barba, llamado LAN, quien distraía y compartía su aislamiento con una OSA y los dos animales monstruosos en cuya compañía pasaba los meses y los años» (Bocanegra, 1958).

En primer lugar destacamos los términos tiempos antiquísimos, lóbrega, sombrío y solitario que son expresivos por si mismo en cuanto que aluden respectivamente a tiempos muy antiguos, a ambientes marcados por el misterio, la oscuridad, el mundo de las sombras, donde suelen tener sus moradas las gentes vinculadas a fuerzas ocultas, saberes no naturales, etc. es decir, a magos. La larga barba nos está aludiendo a esa persona de estatus social alto, sabia, misteriosa, que controla a las fuerzas sobrenaturales y que da respuestas a personas que solicitan su protección. Tenemos, entonces, unos elementos integrados que son los conceptos de tiempo, espacio, hombre como protagonista. Pero este hombre no es una persona cualquiera sino que presenta unos rasgos específicos como hemos visto, y además se llama Lan. Este nombre nos remonta a una leyenda céltica vinculada a la fuente de la sabiduría y al agua curativa. Esta leyenda cuenta que la bella Boand fue a la fuente secreta de la Sabiduría que estaba en la pradera del otro mundo de Nechtan. Cualquiera que llegase hasta allí no regresaba sin que sus ojos estallasen, a no ser que estuviese Nechtan y sus tres druidas escanciadores cuyos nombres son Flesc, Lam y Luam. Boand desafía con su belleza al poder de la fuente; da tres vueltas alrededor de ella pero tres olas se lanzan sobre ella arrancándola un pie, una mano y un ojo. Estas tres partes del cuerpo que le son cercenadas corresponden con los poderes de los druidas. El agua en la cueva de Ojo Guareña, también desempeña un gran papel con la insurgencia y las pilas de agua vinculadas a San Bernabé que veremos luego. El hombre de la cueva es, pues, un druida que vive con una osa. La osa es un animal mágico entre los celtas, como muchos otros. El combate entre el oso y el jabalí representa normalmente la lucha entre el poder espiritual y el temporal, respectivamente. Además el oso es un símbolo «polar» y representaba a la constelación que más tarde se denominará Osa Mayor (Ruiz Vélez, 1998)

13327635_836369336493762_7573060608692152898_nUno de los significados de LAN en las lenguas celtas hace referencia a un recinto eclesial o monacal, lo que entronca con el papel central de Ojo Guareña a nivel mágico-religioso desde tiempos ancestrales y su posible función como cueva eremítica.

 

 

 

 

LEYENDA Nº2

San Tirso se instaló en la cueva de Ojo Guareña, llamada también Cueva de la Ermita y anteriormente del Río Escondido o del MORO (una vez más, aparecen los moros/moras asociados a elementos telúricos, como analizábamos en una entrada anterior). Cuando llegó a Ojo Guareña, echó de ella al diablo y a las brujas, porque interrumpían el descanso de los muertos. El Maligno se resistía a abandonar sus cuevas por lo que San Tirso le puso unos límites que iban desde el Pico Cuerno del Diablo al monolito encontrado frente a la cueva, finalizando en el Pico Caite. El maligno no quería perder de vista el valle de Sotoscueva y en recuerdo de la Cueva de Río Escondido se hizo un palacio en la Cueva de Caite. El Diablo, aprovechando las tormentas, subía al Cuerno del Diablo y rugía con furia y rabia su destino. Las BRUJAS, que pertenecían al mundo no maléfico, también fueron expulsadas por el Santo, pero le pidieron permanecer en las cuevas. El santo les permitió estar en el cauce del río, sin acceder jamas al Santuario. Durante las TÉMPORAS, se solían reunir en la Cueva de La Torcona (donde resurgen las aguas del río Guareña), realizando una gran fiesta» (Ortega Martínez, 1986).

Esta leyenda presenta similitudes con las numerosas que existen sobre la labor evangelizadora de varios santos cristianos, como las luchas de San Patricio contra el druidismo de Irlanda.

Más información aquí.

Evolución de los patrones de poblamiento desde la Edad de Hierro: El ejemplo de Las Loras

Edad de HIERRO I (900-500 aC): La gente vive o bien en poblados ganaderos ubicados en zonas montañosas (facies de castros en altura) o en poblados fundamentalmente agrícolas cerca de las vegas de los ríos (facies Soto de Medinilla).13640714_853788088085220_5278256540759001480_o

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Vaina de un puñal tipo Monte Bernorio, característico del Hierro I en nuestra zona. Foto de Jesús Alonso.

 

Edad de HIERRO II (500-19 aC): Población nuclearizada en torno a yacimientos fortificados de gran envergadura situados en promontorios y en ocasiones rodeados de otros hábitats menores o subsidiarios. Es la época prototípica de los castros.13603440_853789131418449_2535559609579134537_o

 

Época ROMANA: Panorama demográfico y económico sustancialmente diferente. Los campamentos militares dan paso a un poblamiento basado en un sistema de villas suburbanas agroganaderas ubicadas en las vegas. Un patrón que se mantuvo durante toda la época visigoda hasta el surgimiento de las aldeas a finales de este período y, sobre todo, en la Edad Media.

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Fuente: García Sánchez (2009). El poblamiento y la explotación del paisaje en la Meseta Norte entre la Edad del Hierro y la época romana altoimperial. Una aproximación a través de la arqueología espacial.